Esta Semana Santa la pasé en parte en Viena, viendo a mi querido amigo Ersin y su encantadora mujer Seval. Han sido seis días inolvidables de risas, conversaciones hasta altas horas de la madrugada y sobre todo mucho feeling. Noe se lo pasó en grande en una ciudad que atrapa en cada rincón y con un río que merece la pena navegar. 
Desde el primer día fueun viaje muy musical, lleno de cultura, gastronomía y costumbres turcas. Una mezcla interesante estar en Viena viviendo la pasión turca...
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