El 10 de enero hicimos un concierto en colaboración con una joven orquesta granadina. No es que fuesen un gran qué, pero tampoco nosotros somos profesionales. Aún así tuvimos que fundar el club de amigos "Matemos al trompetista", porque para una intervención que tuvo decente en todo el concierto el trompetista metió la gamba hasta el fondo en el Aleluya de Händel provocando la irritación de los cantores presentes.
Pero bueno, nos lo pasamos bien y a las pruebas me remito!!
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