martes, 17 de julio de 2007

Finde en Londres

Después de dejar tierras españolas el viernes por la mañana, volé hacia Londres en busca de mi amigo Antonio. Mi primera impresión fue: joder que caro que es esto de la city! Por un billete de metro one way (solo ida) me pidieron 4 libras (al cambio 6 €)... y solo era ida!! pensé: cuando me voy a gastar en metro en un finde...

Pero Antonio llegó mientras le esperaba en Trafalgar Square y me explicó que podría sacarme la tarjeta que tiene la gente en Londres donde cada viaje sale a 1,5 libras... bueno, esto ya era otra cosa. Fuimos a dejar mi maleta a Kennington (zona en la que vive Antonio) y salimos a ver un poco la ciudad: Covent Garden, Piccadilly Circus, la zona de los estrenos de cine... y cenamos en Angus, un Steak House donde comimos un buen trozo de carne y el camarero se acordará siempre de nosotros por la cuantiosa propina que dejó Antonio (jejeje).

Al día siguiente tocó paseíto por el Támesis, la Tate Modern, Saint Paul (la catedral), Borough Market, entre otras cosas como ir a la librería más grande de Londres (y de Europa me parece...) y pasarnos por la mega tienda de Virgin (aunque muy grande, muy grande pero el cd que yo quería no lo tenían...)


También pasamos un ratito por la National Gallery, aunque fue algo rápido porque no queríamos pararnos en cada sala. Yo con ver los Leonardos y el famoso Gainsborough me daba por satisfecho...

Por la noche fuimos a cenar a un hindú y salimos en una zona reformada, donde anteriormente existía una destilería. Todo el complejo lo han reutilizado para albergar galerías de arte, salas de exposiciones, estudios,... un ambiente muy artístico y de mucha fiesta!!

El día siguiente, como buen domingo fuimos a Camden Town, un mega mercadillo donde además de las típicas tiendas de ropa y chorradas varias, podías encontrar comida de todas las nacionalidades.

Después de comer y amenizados con unas gotitas de lluvia, nos fuimos al British Museum, para ver también un par de cosas que no podía irme sin ver: los mármoles de Elgin, la piedra Rosetta y esta escultura de la isla de Pascua, porque ir al Pacífico me pilla un poco más lejos...


Esa noche fuimos a casa pronto, hice de cenar y aunque Antonio me pidió que me quedara para siempre y que le hiciera de comer, al día siguiente cogí mi vuelo a Granada donde me esperaba David para recogerme en el aeropuerto.

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