
Hace dos años, cuando trabajaba en Los Palacios (Sevilla), no fui a la comida del instituto porque la verdad es que no me importaba mucho... no iba a volver a ver a esa gente seuramente nunca más y no me importó no asistir. Pero este años ha sido diferente. Partimos de la base de que en enero sigo en el centro y además hay buen feeling con algunos de mis compañeros. Repartimos el aigo invisible que hicimos entre los profesores y después fuimos a comer a un Restaurante que está muy cerca del centro (y de la salida pa Graná, y olé!).
Comida, bebida, villancicos y mucho cachondeo. Aún así me tuve que ir pronto porque había que cantar el bendito Mesías (valga la redundancia), pero mereció al pena el tiempo que estuve. Felices vacaciones a todos!



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