lunes, 22 de noviembre de 2010

Tarde de té

Aunque no parezca que somos cuatro amigos tomando un té en la Pervane de San Antón, así fue. Me encanta ver como la luz de las velas puso el pelo de Noe de un color violaceo, como Anto siempre parece indeciso ante una carta con demasiadas opciones (¿cómo se puede optimizar una cantidad tan grande de variables?) y como la luz puede ser tan intensa en buenas manos, como las de Yassir...

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